Autor: Rigoberto Banguero Velasco
Era quizás, tal vez, las cuatro de la mañana del día jueves y aun me encontraba en mi vigilia, no podía conciliar el sueño, solo veía representaciones míticas de mariposas, libélulas encantadas y las luciérnagas que alumbraban los pocos resquicios oscuros que se denotaban en el amanecer, realmente en mí ensoñación deseaba que no se esfumara, quería disfrutarlo, sentirlo, tener una complicidad cósmica con el roció de la mañana y observar como la luna iba ocultándose bellamente para darle paso al sol majestuoso e imponente encandilando la mañana con el fragor de los tonos azules que viste al amanecer. Y…entrando en una catarsis que me transformaba el pasado por cierto acompañado de sinfonías de las cigarras y de los grillos y del zumbar de las abejas alrededor del panal, sentí que se me trastocaba el alma, y me dije para mí mismo ¡cuántas veces, las musas han recreado mis sentidos que me permiten comprender mi relación con la naturaleza!, de hecho, eso, me colocaba en el plano de entender la poética, la cual nace o se origina en la cotidianidad de las espacialidades, en esos espacios donde los Shuros poetizan, construyen y reelaboran las metáforas, los símiles y los asíndeton, es decir estructuran a su manera un componente lingüístico sin academicismos extremos, es su sentir el que prevalece, su sentir es mágico, por lo misterioso que constituyen sus dinámicas en el territorio.
El mayor Marceliano Carabalí un ser humano maravilloso, negro, poeta de ascendencia africana, cuyos ancestros fueron traídos de Puerto Calabar por los portugueses a Cuba y posteriormente a Cartagena de Indias en los siglos XVII-XIX. Me contaba que, para pervivir en el territorio del Norte del Cauca, anteriormente denominado “Sur del rio Cauca “precisamente porque por esos lares está atravesado el emblemático rio Cauca, había que tener mucho conocimiento para poderse adaptarse creativamente al territorio, y además no solo eso decía, también hay que tener corazón para entender el legado de los ancestros, entender como sobrevivieron en estas tierras tan lejanas de su patria, como lucharon contra el dominio de los españoles… Casi que se acordaba de fechas memorables de cuando arribaron aquí, a lo que hoy es la región del Norte del Cauca, Colombia.
Haciendo un ademan con la mano en su frente arrugada por los años, más de un siglo creo que los ciento cinco años de existencia musitó, creo mi profe Rigoberto que fue en el año de 1815, lo recuerdo ahora porque ellos entraron con la idea de sacar oro y mis tatarabuelos me contaron que ellos habían sido esclavos y que trabajaron en las minas de un propietario de las minas, ¡bueno! Se quería acordar de su nombre pero el alzhéimer ya lo tenía invadido y su memoria ya no tenía la lucidez de tiempos atrás, sin embargo, tuvo un momento de clarividencia y expreso: ahh, yaa, ya recuerdo, el dueño de todo esto fue Don Manuel Esteban Arboleda, siii, profe, ese señor, vivía en Popayán, me acuerdo muy bien ahora, su familia había nacido en España, en Granada, o tal vez Mallorca, no recuerdo muy bien, lo trajeron por acá desde muy niño, era una persona que no quería a los negros, era altivo, presumido, gritón cuando estaba en la mina, siempre le restregaba a los negros que su apellido Arboleda era como decir ¡Dios! y que los esclavos tenían que ser castigados sino cumplían con las tareas que se les imponían.. ahh y sino asistían a los oficios religiosos que se hacían en las viceparroquias por ejemplo en la parcialidad de Dominguillo, San Antonio, Quinamayo y otras. Entonces el Mayor Marceliano quedo por un instante en un silencio profundo y con la vista fija en el horizonte y seguidamente se dirigió a mí y me comento: huy profe es que la diabetes también me tiene jodido, y me recalco que “a él, le extrañaba que yo me preocupara por esta historia de los negros”. Yo le afirme seguidamente que también tenía descendencia africana y que el apellido Banguero provenía del reino de Bank, en la región del Níger, una zona muy importante de África, una zona de agricultores y ganaderos y artesanos, Nigeria esta atravesada por su rio histórico Níger que significa negro y en cuyas orillas se situaron grandes pueblos y culturas como los Nok, los reinos de Ife y Benín, grandes culturas representativas del arte y estéticas e imágenes para glorificar a sus reyes en el siglo XII. Le comenté que a las orillas del rio Nilo florecieron también grandes civilizaciones como la egipcia, le acote también que el primer faraón que tuvo la civilización egipcia se llamó Narmer (menes), padre de Seti I, quien fue el primogenitor de Amon Ra quien originariamente era concebido como el Dios patrono de la ciudad de Tebas que posteriormente fue capital del imperio egipcio. Maestro Marceliano que le pareció este relato histórico le dije y el me respondió muy sereno y con la sabiduría que dan los años de investigar en su comunidad: ahh, me murmuro el mayor Marceliano mostrándome un libro de África que le había regalado su sobrino que estudiaba antropología en la Universidad del Cauca, su título se refería a la Historia de África, el tomo I, me sentí muy complacido porque él había leído el texto y le comente que ese texto pertenecía a un corpus de VIII tomos y me comprometí a compartirle el tomo II.
Con el maestro Marceliano compartimos un refrigerio que consistió en café negro y con masas de choclo, amasadas por una familiar suya, nos reímos y hablamos un poco de los beneficios que podría tener para el pueblo el ascenso de Gustavo Petro a la Presidencia de la República, en ese discurrir Don Marceliano me propuso que fuera alcalde, yo le respondí que prefiero vivir, tener una vida tranquila y sana y continuar mi proceso de formar a jóvenes investigadores, ¡bueno! Luego me la cambio y continúo con el relato hurgando en las memorias nuestras y de la comunidad, en ese ir y venir me pregunto: profe Rigo ¿usted conoce el origen de los apellidos de los negros que se establecieron en esta región del Norte del Cauca?, yo le compartí que conocía un poco de historia al respecto y me dijo : profesor, usted debiera hacer una cartilla con esa historia y memoria de los apellidos negros, mire la importancia de conocerlos para los muchachos, los estudiantes, y por suerte la comunidad, es interesante que conozcan su origen, su identidad, ¡pero eso sí! Me habla también de los apellidos propiamente africanos, no de los apellidos que nos impusieron las elites tales como García, Larrahondo, Sandoval, Valencia, Mosquera, etc. Quiero que me ilustre de los apellidos propiamente africanos, de acuerdo mi profe Rigo. Con mucho gusto maestro Marceliano, para mí es un honor que usted confíe en mi buen criterio. ¡Siii! Profe Rigo, sé que usted es un hombre sencillo e inteligente y que investiga mucho nuestra comunidad, lo felicito, al grano pues, dos cucharadas de caldo y mano a la presa.
Nuevamente gracias Don Marceliano asentí y mirándolo fijamente a su rostro le hable de que los apellidos africanos como Mosorongo, Carabalí, Lucumi, Mandinga, Cetre, Banguero, Angola, Balanta, Casaran, Mina, Amu, Popo, entre otros, llegaron a través del proceso afrodiaspórico, es decir, la gente de África arribo a América, precisamente al Norte del Cauca desde la costa occidental de África, desde puertos como Elmina, en Ghana, Senegal, Camerún, Togo, Guinea Bissau, Calabar en Nigeria, ellos los que adquirieron la condición de esclavos eran personas con títulos nobiliarios y habitaban en ciudades con grandes señoríos como Tombuctú, sus territorios eran libres antes de venir a América, toda la población tenía sus propiedades y sus usos y costumbres eran muy diferentes a los que hallaron en estas tierras mal categorizadas como ¡nuevo mundo!. ¡Y ellos! Don Marceliano eran y son muy creativos, inventaron mucha tecnología por ejemplo el Algebra de Baldor, conocimiento como la biblia negra, su influencia se mostró en la música, muchos instrumentos musicales llegaron aquí a América como el balafón, el violín de guadua y sus cuerdas hechas con clin de caballo, la marimba, instrumento musical emblemático de la región del Pacifico, muchos negros de los municipios de Guapi, López de Micay, Buenaventura, el Choco y la costa caribe recrean ritmos de influencia africana como en San Basilio de Palenque, se creó la Champeta, entre el Golfo del Darién y Panamá llego el Bullerengue, la cumbia es un ritmo muy importante pues refleja la identidad del pueblo colombiano en el exterior, otros ritmos son la Puya, el Jalao, el garabato, el Chande, el Porro, el Mapale, el Merecumbe, la Guaracha y la Bachata, es de lo que me acuerdo por ahora Don Marceliano. Muy interesante profe, me replico el maestro.
Profe a propósito usted sabe de los velorios, ¡cómo así Don Marceliano! Vea profe yo sé que usted tiene una sabiduría muy profunda y conocimiento de estos procesos que se suceden en nuestros territorios, lo que quiero explicar es que a usted le escuche decir en una capacitación con la comunidad que en los velorios sucedían cosas raras. ¡Ahh ya!, le conteste, claro maestro, lo que sucede es que en los velorios de hoy en día en las comunidades negras ha cambiado los rituales y las creencias, ya no es lo mismo, mire que anteriormente en esos velorios se preparaba al difunto con el canto del alabao, si era adulto, el recinto s adornaba con flores de color rojo y el féretro se colocaba de forma diagonal y al difunto se le colocaba un limón con sal en la boca para evitar el resecamiento en los labios, acto seguido se contrataba una cantaora para que le cante al difunto toda la noche y en la medida que los asistentes al ritual van orando en la novena, en la santería se denomina loa, la novena para el adulto tiene una duración de nueve noches, creencia es que el Muzimu o difunto va al más allá o al mundo de arriba y cuando se requiere de él, en el mundo terrenal regresa pero se hace a través de una mediación que la realiza un santero o un babalao, quienes tienen el poder de hacer volver a los difuntos. Ello tiene fines que son de utilidad en la medicina propia, se resalta las practicas espirituales de lo mágico Don Marceliano, le cuento que es complicado definirlo, sin embargo, establezca la relación entre lo natural y lo sobrenatural, ello implica que este tipo de pensamiento se basa en simbolismos y creencias de lo sobrenatural para explicar cosas. En ese mismo camino el pensamiento mítico o un tipo de cosmovisión o intento de explicación de la realidad caracterizada por el uso de una lógica basada en el simbolismo. Por ejemplo, las iglesias, las cruces, las alegrías, los espantos, las creencias…maestro Marceliano, usted como médico tradicional que enfermedades ha curado a través de la medicina propia y utilizando el recurso de lo mágico-religioso.
Don Marceliano ante este requerimiento por cierto muy difícil de explicar, se rasco la cabeza y en un tono de voz agitada manifestó: mire mi profe, y que mi alma bendita me proteja, yo he desamarrado personas que le han hecho brujería y maleficios y que lo han limitado para caminar, o se han vuelto casi bobos y no se acuerdan de nada… para eso he utilizado plantas y he hecho brebajes para limpiarle el cuerpo y el cerebro pero hay que saber, no todo el mundo sabe de eso, también he curado el mal de ojo que normalmente afecta a los niños, la creencia de los mayores es dicen que hay personas que tienen la vista muy fuerte, ósea una energía negativa que no sé cómo explicar pero que ¡sucede, sucede! Y el niño incluso bebes sufren de diarrea, vomito, fiebre, es terrible ver una criaturita en esas condiciones, eso lo he curado yo con la medicina tradicional y lo aprendí de mis mayores. otra cosa profe algunas creencias dicen que entierran a los difuntos bajo tres capas de tierra con un armazón de madera para que el difunto no salga a molestar o a asustar a la familia.
¡Bueno profe Rigoberto! Asintió con la cabeza el maestro Marceliano y me comento: me da cosita o un poco de miedo escucharlo, pero necesito conocer toda esta temática de la espiritualidad negra de la cual muy pocas veces nos hablan, creo que esta invisibilizada, con el propósito de que no nos enteremos de la riqueza de nuestra cultura africana y renaciente. Hábleme un poquito de que he escuchado que en los velorios también sirve o a gente va es hacer negocios de animales, como venta de vacas, caballos, ovejas, y propiedades, de encuentros de enamorados que a pesar de estar comprometidos se citan y hasta hacen el amor en los solares que están alrededor ¿Qué de cierto es, eso que dicen? Claro Don Marceliano le dije, bueno mucho de esos eventos que ocurrían en los velorios de los difuntos ya han desaparecido y con ello la creencia, lo que permanece es el legado que nos compartieron los ancestros, también tengo referencias de un mayor Don Bernabé Abonia que habita en la vereda Mazamorrero de Santander de Quilichao que decía que “en esos velorios se toma biche, tumbacatre, caigamos juntos, y se come muy bien para atender la gente con platos típicos de la cocina negra como la sopa de cuantohay ”que es un plato de comida originario del Patia en el Departamento del Cauca que se elabora con todas las legumbres que hay en la despensa de la cocina (papa, yuca, lentejas, frijoles, pan etc.), otros platos de carácter ancestral es la mazamorra que se hace con maíz blanco y se endulza con panela, el pescado es un plato especial, se ingiere sudado o frito, tamales, puzon, sancocho de las tres carnes o trifásico, tamal de arroz, este plato es oriundo del Choco, patacón pisao, mariscos, camarones, arroz con pollo o arroz fiesta por la tradición se ha conservado aun, platos acompañados de bebidas como el jugo de borojo, jugo de coco, agua de panela, jugo de tomate de árbol y algunos dulces como el de panela que se envuelve en un cincho de hoja de plátano, el birimbí, es un dulce que se hace con panela y hojas del árbol de limón, manjar blanco, el dulce cortado.
Don Marceliano a la gente en los velorios aun hasta ahora se le atiende muy bien y eso va con la jerarquía del difunto, muchos y usted lo sabe van es solo a comer menos a rezar o a acompañar al difunto. Jajajaja, este profe repico el maestro, y profirió: si tiene toda la razón mi profe Rigo, eso se nota yo he estado en varios velorios ahí también y con mis propios ojos lo he visto, no les da pena, ¡ahh!, se me olvidaba que en un lugarcito del recinto en la parte de afuera de donde se vela al difunto, se reúnen los cochosos y al son del chirrincho (aguardiente), se habla de los “espíritus malignos” como el duende dizque es enamorador de las muchachas jóvenes y se las lleva y les ofrece regalos y les toca guitarra yo mismito lo he visto, es pequeñito y usa un sombrero grande que le tapa la cara. También se habla del descabezado, un espanto que aparece a las 12 de la noche y mete mucho temor y miedo a los niños y jóvenes que se trasnochan y hacen daño, esta aparición sirve para que la juventud no se trasnoche ni vagueen, ya que le tienen miedo, eso sirve de control y para que se vayan para sus casas temprano. Le quiero comentar mi profe que la otra noche y en otro velorio de la finada Segismunda Mina, escuche que vieron un ataúd que flotaba en el aire y que se movía como a las dos de la mañana y de ahí salía el espíritu del difunto que estaban velando y este se quejaba, creo que esto sucede por mi vecino que hace cosas indebidas con la mujer de próspero y la difunta le estaba reclamando, por eso creo que se encontró accidentalmente a la difunta y de una vez cayo privado, y así, se le quito el vicio de estar molestando mujer ajena, eso le cuento mi profe. Le repliqué inmediatamente y le dije que el relato que me había compartido era muy significativo para entender la cosmovisión, lo espiritual de esas comunidades.
A continuación le di a conocer, las características de un velorio, el de los Gualies y Chigualos, que son los niños que mueren en el vientre de la madre y no alcanzan a llegar al cielo y se quedan en el purgatorio, igualmente los niños que fallecen antes de cumplir los seis años, esos velorios se realizan en un solo día y hacen todas las actividades que el niño-difunto pudo hacer en su vida si estuviera vivo, en el velorio se ameniza con música que se llama Bunde, es un canto religioso, muy espiritual, se toca porque existe la creencia que los niños mueren sin ser bautizados lo que implica Don Marcelino que como van al purgatorio, se los sepulta con alegría, abundancia de comida, y el altar del niño-difunto está adornado con flores blancas y localizado en diagonal en el recinto y con una fotografía que muestra la imagen del niño-difunto en su despedida al ¡más allá!, de hecho se le llora toda la noche. ¡huuuyy profe! Balbuceo Don Marceliano cuanto misterio hay en lo que usted me narra, dijo el maestro y luego haciendo la señal de la cruz sobre su rostro exclamo, casi que asombrado por la complejidad de la espiritualidad negra: ¡alma bendita nos proteja!
Le entendí que era hora de entrar en otra temática, algo le propuse y le comenté: Don Marceliano que bueno sería que habláramos de la medicina propia, la que practican aun los negros en el Norte del Cauca ¿le parece? El maestro Marceliano se tocó el mentón con la mano izquierda y dijo que: ese era un tema importante y de mucha actualidad, haciendo una cruz en el suelo me dijo: mi profe, la medicina propia es una bendición para las comunidades negras en nuestros territorios, ella cura enfermedades como el pujo en las mujeres embarazadas, la calita y el mal de ojo. Para las prácticas médicas los sabedores hacen uso de las plantas medicinales y su conocimiento de ellas ha sido adquirido por la tradición oral, sabedores médicos. Si don Marceliano le respondí, tiene toda la razon, la medicina propia se ha conservado a través de la oralidad, lo que ha permitido procesos terapéuticos principalmente por la fiebre que es constante en estas comunidades y que afecta a los niños/niñas. Los problemas de la piel que uno observa en las mujeres están asociados a los dolores de garganta, problemas de los nervios, mal de ojo de los recién nacidos, el susto. La creencia mágica que esto se cura no con medicamentos alopáticos sino con otras alternativas que se denominan mágicas.
Le pregunte a Don Marcelino ¿Qué plantas medicinales se utilizan con más presencia aquí en estas comunidades? Seguidamente me respondió, haciendo alarde de su gran sabiduría al respecto: profe se utiliza la planta de romero, la manzanilla, prontoalivio, la menta, la caléndula, diente de león, ortiga para el dolor de cabeza y el dolor de estómago y la gripe. Maestro, le agradezco su confianza, su sabiduría, es muy bella la conversa con usted, usted tiene la dinámica de los Shuros, aquellos que tienen el conocimiento ancestral del territorio, poseen una poética en su corazón y en el alma, aquellos que son reconstructores de los rituales y de las enseñanzas que contiene la tradición como un principio básico, intelectual para aportar a la formación de los jóvenes y adultos de la comunidad, tiene claro el legado de la africanidad que aún pervive y que se nutre de los sueños de tener una auténtica libertad, autodeterminación y autonomía, una comunidad que reinventa el conocimiento y las practicas espirituales que han sido pilares para posicionar la historia y la proyección de las comunidades negras en Colombia. (Nota: el maestro falleció ya hace algunos años tuve el honor de conversar antes de partir al más allá)